martes, 7 de junio de 2011

Giordano Bruno

“GIORDANO BRUNO, UN REBELDE CON CAUSA”

Giordano Bruno (1548-1600) una de las mentes más brillantes del Renacimiento, tuvo como característica predominante de su carácter, la rebeldía, que a veces rayaba en la contradicción. Existe en el pensamiento de Bruno notable influencia de Nicolás de Cusa, pero también de Platón y los neoplatónicos e incluso de los presocráticos. Y aunque estuvo interesado en la mnemotecnia y en la lógica, se trata principalmente de un filósofo de la naturaleza.
Nació en Nola, cerca de Nápoles. Su nombre de pila era Filippo, pero adoptó el de Giordano al ingresar en la Orden de Predicadores, con los que estudió la filosofía aristotélica y la teología tomista. A muy temprana edad decide tomar los hábitos dominicos, sin embargo rehusaba venerar las imágenes de santos.
Esta actitud bastante extraña para un sacerdote, originó que se le sometiera a juicio por herejía, la causa no llegaría a mayores consecuencias. Pocos años más tarde renuncia al sacerdocio, las diferencias entre sus avanzadas opiniones y aquellas arcaicas de la iglesia eran insalvables. Desafiando  no sólo a la Iglesia Católica, sino también a aristotélicos, calvinistas y luteranos que anhelaban una retractación que no consiguieron pese a ser condenado a la hoguera.
  Siguieron largos años de prolífica labor académica e intelectual de este gran sabio, se desempeñó como catedrático en varias universidades europeas y publicó una serie de obras, defendía con tanto fervor sus ideas que este llegaba a la intransigencia hacia sus opositores. Conducta que no solo le ocasionó  nuevas acusaciones de herejía, Bruno llegó a ser agredido físicamente y expulsado de varias ciudades.
Este hombre cuya inteligencia le permitió ser uno de los más brillantes filósofos, astrónomos y poetas de su tiempo, cometería un gravísimo error, regresar a su natal Italia.
   Cae víctima de un vil engaño, un noble veneciano lo llama como preceptor personal más su intención era entregarlo a la Inquisición. Largos años sufriría prisión Bruno, pacientemente la iglesia reunía pruebas, verdaderas y no tanto, que aseguraran su condena a muerte. El juicio que se le siguió fue uno de los más sonados de la Inquisición Romana, como era costumbre, bajo una máscara de fingida misericordia y piedad sus inquisidores ofrecieron el perdón si abjuraba de sus "herejías".
   El rebelde Giordano Bruno, prefirió la muerte antes de retractarse de sus ideas, moriría en la hoguera quemado vivo.
   Se equivocaba el sabio italiano al creer que sería considerado mártir de la ciencia, la crueldad con la que fue tratado por la Santa Iglesia Católica Apostólica y romana, solo serviría para frenar la vocación científica de grandes mentes del Renacimiento.
El infinito y los mundos
Bruno llevará el heliocentrismo de Copérnico hasta sus más severas consecuencias: todo el sistema aristotélico era falso, entonces, la bóveda celeste estalla en miles de fragmentos... el universo es infinito y en él hay infinitos mundos. Se produce una ruptura respecto a la concepción griega en la cual lo perfecto es finito y limitado. Por otra parte "universo" y "mundo" dejan de ser sinónimos para incluirse uno en el otro. Se hace imposible determinar así cuál es el centro del universo, más difícil aún es afirmar su circunferencia. Ya no hay esferas transparentes: los astros vagan libremente por el espacio y también desaparecen las regiones celestes porque todos los astros se componen de los mismos elementos.

La animación universal
Las ideas de Bruno, parecerían, a simple vista, científicas en el sentido moderno, sin embargo esto no es exactamente así. En efecto, para sostener la tesis que postula, dirá que un Universo finito no se corresponde con la potencia infinita de Dios puesto que no tendría sentido que Dios hubiese limitado su propia potencia creadora. Más allá de eso, Bruno posee además, una visión animista y mágica respecto al movimiento del mundo: en vez de recurrir a los motores aristotélicos (externos) dirá que tal movimiento es espontáneo. El universo es pues, como un gigantesco animal, en el sentido en que todo está animado.
Dirá que existe un alma del mundo que todo lo anima y genera el movimiento, siendo éste, la causa de todo:
El alma universal está en todo, todo puede transformarse en un ser animado y de allí que todo se encuentre en permanente transformación. Las cosas pueden cambiar así , de rostro.
El Uno
"El Universo es, pues, uno, ifninito, inmóvil. Una es la absoluta posibilidad, uno el acto, una la forma o el alma, una la materia o el cuerpo, una la cosa, uno el ser, uno el máximo y el óptimo; el cual no podría estar contenido en otra cosa, por eso es sin fin ni término; por tanto, infinito e ilimitado, y en consecuencia, inmóvil." De la causa, principio y uno.
El hombre heroico
La actitud del hombre dentro de este Universo-Uno es, en la apreciación de Bruno, heróica. Porque luna suerte de "amor intelectual" del Uno y un deseo persistente lo lleva a una búsqueda sin término. En esta perspectiva mística se advierte pues, la influencia platónica y agustiniana.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario