EJEMPLOS:
Me encuentro con una persona por la calle y nos ponemos a hablar.
Comienzo a sentirme incómoda (emoción)
Entonces, intento despedirme de esa persona y me voy.
Me he sentido incómoda porque mi Ser sabe que esa persona no está vibrando en frecuencias armónicas con las mías. Hay señales en el “estímulo externo” que le dicen a mi experiencia acumulada y a mi conciencia de especie que eso no es bueno, y por eso me siento mal.
Pero si estoy distraida de lo que siento, me quedaré charlando media hora en la calle con esa persona, incorporando a mi cuerpo todo el mal que no he sabido escuchar de la alerta de mi aparato perceptual y emocional. Mi cuerpo fabricará proteínas de mala calidad y hasta segregará toxinas, sí: en una simple conversación callejera pasa esto.
El hombre primitivo comienza su emigración desde la sabana africana hacia el sur, y toda la tribu va descubriendo nueva vegetación, nuevos alimentos. De pronto encuentran una seta que parece guapa y deliciosa y se la comen. A las dos horas varios miembros de la tribu mueren intoxicados.
Las gentes aprenden que esas setas son venenosas y transfieren la información de generación en generación. Una vez que un gran número de individuos ha manejado la misma información, ésta se incorpora a la mente colectiva, y de allí en adelante, cada vez que una persona se encuentra con una seta de esa clase, se enciende una emoción de disgusto y no la coge, evitando así el envenenamiento de su manada.
Un bebé, a su paso encuentra un interructor, que por curiosidad a los agujeros de estos desea someter sus dedos, al principio todos estan a cuidado de el y le prohiben, pasa los dias y lo sigue queriendo hacer y todos estan a expectatativas, la cual el aun tiene mas curiosidad , llega a introducir sus dedos y se electrocuta, pues el bebe ahora sabe la leccion y no lo vuelve a hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario